
El Departamento de Estado reducirá el personal de derechos humanos en una masiva reorganización

El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, reveló el martes un proyecto de reorganización del Departamento de Estado que suprime puestos, algunos de ellos de derechos humanos, y funciones por considerarlos alejados de los objetivos ideológicos del presidente Donald Trump.
El aparato diplomático estadounidense lleva tiempo en el punto de mira de los conservadores, partidarios de un gobierno menos centrado en promocionar valores considerados progresistas.
"En su forma actual, el Departamento está sobrecargado, (es) burocrático e incapaz de cumplir su misión diplomática esencial en esta nueva era de competencia entre grandes potencias", declaró Rubio en un comunicado, refiriéndose a la rivalidad de Estados Unidos con China.
La reorganización anunciada el martes prevé la supresión de una división encargada de defender la "seguridad de los civiles, la democracia y los derechos humanos".
Será sustituida por una nueva instancia de "coordinación para la ayuda exterior y los asuntos humanitarios" y absorberá lo que queda de USAID, que fue la mayor agencia humanitaria del mundo y quedó reducida a la mínima expresión por Trump tras regresar al poder en enero.
El nuevo Departamento de Estado comprende una oficina encargada de la "democracia, los derechos humanos y la libertad religiosa", en sustitución de otra que se ocupaba, entre otras cosas, del derecho laboral en el mundo.
Esta última "se ha convertido en una plataforma para que activistas de izquierda libren 'vendettas' contra dirigentes 'antiwoke' en países como Polonia, Hungría y Brasil", escribió Rubio en un texto publicado en la plataforma Substack.
Woke es un término usado para referirse a quienes defienden derechos de minorías frente al racismo o asuntos de género.
Con la reestructuración también se suprime una oficina que documentaba crímenes de guerra en Ucrania y otra que intentaba prevenir atrocidades en el extranjero.
El puesto de enviado especial para el cambio climático también desaparece.
Cerrar una oficina no significa que el trabajo no se lleve a cabo, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, sino que se realizará "de manera más rápida y ágil".
- "Grave" preocupación -
La oposición demócrata denuncia esta reforma y acusa a Marco Rubio de falta de transparencia y de perder terreno frente a China, que ha superado a Estados Unidos en número de puestos diplomáticos en el mundo.
El proyecto "no trata realmente de optimizar el Departamento de Estado, sino más bien de liquidar el poder blando estadounidense, incluida nuestra defensa de los derechos humanos y la democracia en todo el mundo", lamenta el congresista demócrata Gregory Meeks.
El senador demócrata Brian Schatz expresó su "grave preocupación sobre la capacidad de Estados Unidos de ejercer liderazgo global" con esta reforma.
Rubio compartió en la red social X un artículo de The Free Press que afirma que el Departamento de Estado reducirá el número de oficinas de 734 a 602. Los subsecretarios deben presentar planes en un plazo de 30 días para recortar el personal en un 15%.
Preguntado por las cifras, un alto cargo del Departamento de Estado dijo bajo condición de anonimato que le parecían "correctas", pero que algunos puestos podrán eliminarse sin despedir a nadie.
Según esta fuente, el Departamento de Estado se reunirá con el Congreso y sus empleados durante el próximo mes para ultimar el plan de reestructuración.
"No habrá historias ni imágenes de gente sacando sus pertenencias del edificio hoy", declaró a periodistas.
Q.Taylor--SFF